Se estima que la Medicina China tiene una antigüedad de seis mil años y se conocen textos escritos desde dos mil años antes de Cristo, pero su enfoque puede resultar sorprendentemente moderno desde nuestra visión de la medicina psicosomática actual y mostrar bastantes aproximaciones con aspectos médicos conocidos popularmente por nosotros.
Podemos empezar a comprobarlo en estas dos premisas principales en las que se basa su filosofía:
- La persona se considera una unidad constituida por el cuerpo físico, las emociones y la mente, siendo más determinantes estos dos últimos a la hora de enfermar, planteamiento totalmente actual desde el punto de vista de la Medicina Psicosomática.
- El ser humano mantiene una íntima y estrecha relación con su más amplio entorno (factores climáticos, estación del año, alimentación, relaciones personales, ocupaciones) y cómo esta interacción influye en sus respuestas, tanto fisiológicas como emocionales, determinando su manera de vivir y su grado de salud. Esto posibilita el adelantarse a las circunstancias previsibles (cambio de estación, aumento de gasto energético, mala dieta) para fortalecer a la persona y evitar que caiga enferma, no para curarla cuando ya lo haya hecho, como bien sabían los antiguos médicos chinos, obligados a pagar a sus pacientes si enfermaban tras haber seguido, escrupulosamente suponemos, sus consejos previos.
Es muy apreciable cómo en los últimos años ha aumentado en nuestra profesión la preocupación por la manera en que el entorno influye en los pacientes, desencadenantes de muchas enfermedades con trastornos del ánimo, y en incidir insistentemente en la prevención de otras con dieta, ejercicio, el cuidado de la postura, la relajación, etc.
Teoría de los Cinco Elementos
La cosmología china gira en torno a los Cinco Elementos: Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua, que componen en proporciones diferentes todo lo que existe en el Universo y cuyo paso de uno a otro genera el movimiento que da lugar a la vida.
En el ser humano estos cinco elementos se condensan en los órganos internos, dos por cada elemento, uno con características yin y el otro yang, las dos polaridades de la unidad, y nutren energéticamente el resto de tejidos que componen el organismo por medio de un complejo entramado de vías llamadas meridianos.
Esta vinculación se extiende también a factores internos, como emociones, pensamientos, expresiones... que interactúan con otros externos, lo que exige continuas modificaciones para adaptarse y mantener la salud.
Si en algún momento se rompe el equilibrio de tal manera que no tiene la capacidad de compensarse se produce la enfermedad, que requerirá la intervención del médico que con cambios en la dieta, ejercicios, masajes, agujas de acupuntura o moxas, lo que inducirá el reequilibrio del sistema.
Órganos y emociones en Los Cinco Elementos de la Medicina Tradicional China
1-Constitución Madera: hígado y la vesícula biliar.
Es la primera. Se relaciona con la primavera, el viento, el color verde y emociones afines a ésta como el optimismo, entusiasmo e irritabilidad. Es el elemento implicado en la reacción alérgica, siendo conocida la alta incidencia de las mismas en esta época.
2-Constitución Fuego: corazón e intestino delgado.
Se relaciona con el verano y el calor, afectando a la circulación y produciendo sudor, que son sus funciones dependientes. Propicia la alegría y la risa, algo en lo que, seguramente, mucha gente estará de acuerdo.
3-Constitución Tierra: bazo páncreas y estómago.
Ubicada en las, aproximadamente, tres semanas anteriores a cada cambio de estación, pues tiene mucho que ver con las adaptaciones físicas y emocionales y, consecuentemente, con las resistencias al cambio. Como se puede deducir, se le relaciona con la ansiedad y el pensamiento obsesivo y su descompensación es lo que alimenta la obesidad.
4-Constitución Metal: pulmón e intestino grueso.
Su estación es el otoño y su emoción la tristeza, favoreciendo un carácter melancólico e introspectivo muy parecido a nuestro romántico del siglo diecinueve, siendo llamativa la incidencia de la tuberculosis en esa época. Sin llegar a ésta, por supuesto, es la época donde comienzan los catarros y resfriados y se produce una frecuente disminución del ánimo, llegando a la depresión en un significativo número de personas.
5-Constitución Agua: riñón y vejiga.
Les afecta sobre todo el frío y el invierno, teniéndoles franco miedo que es, por cierto, su emoción y, curiosamente, el frío es el factor climático para el que se han creado más medios de defensa, desde tejidos a calefacciones y variadas medidas de aislamiento. Se asocia al sistema óseo, muy fácil de comprender por quienes han padecido lumbalgias, ciáticas y contracturas debidas a la rigidez que ocasiona el frío en invierno y, entre otras medidas, se han aplicado calor para aliviarlas.