¿Qué significa la palabra Resiliencia?
por Margarita

Hay muchas e interesantes definiciones para la palabra resiliencia, tan utilizada en los últimos años, entre las cuales destaca ésta por su concisión y dinamismo:
Capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e, inclusive, ser transformados por ellas.
Grotberg (1995).
En la práctica, es un proceso en el cual se despliega la fortaleza interior necesaria para sobreponerse a las circunstancias traumáticas padecidas, de la naturaleza que hayan sido, y se logra convertir en combustible para impulsar un proceso de crecimiento y desarrollo útil para esa persona.
Aunque conocida desde los años veinte del pasado siglo, su uso se hizo más familiar tras la divulgación de los trabajos de los doctores Vicktor Frankl y Boris Cyrulnik, ambos supervivientes de los campos de concentración nazis, los únicos de sus respectivas familias, en los que relataban sus experiencias, lo que habían sentido como sus apoyos interiores y las estrategias de actuación que les habían servido para sobrevivir y mantenerse lo más sanos posibles psíquicamente.
Sus heroicos legados después de tan extremas vivencias han abierto puertas para conocer más vías de recuperación tras experiencias traumáticas, no solo grandes catástrofes, sino también otras más cotidianas, como duelos, separaciones, enfermedades… que implican un antes y un después en la vida de una persona.
Pero antes de hablar de esas vías es importante conocer qué características de personalidad estarían relacionadas con esa fortaleza para poder desarrollarlas lo más ampliamente posible.
Características de una persona resiliente
- Lo primero es el reconocimiento de sus propias necesidades y capacidades, esencial puesto que le permite conocer las herramientas con las que puede enfrentarse a sus dificultades.
Con esta autovaloración contribuye a generar o a aumentar, según los casos, un sentimiento de autoestima que servirá de escudo contra las emociones más negativas que le puedan surgir. - Gran sentido de la responsabilidad, junto a una disposición mental lo suficientemente flexible y disciplinada para poder responder a las necesidades que se le vayan presentando.
Unido a una cierta capacidad de soñar nutre una automotivación lo suficientemente potente para mantener sus ilusiones a salvo como guía de su proceso. - Gran capacidad de sufrimiento y la creación de la resistencia adecuada para poder afrontarlo y superarlo. Para ello es importante la actitud con la que se vive ese sufrimiento; por ejemplo, con la esperanza de que ese dolor pasará o buscándole un sentido, como reconocerlo como un aprendizaje que después será importante en la vida o ayudará a aumentar la fortaleza personal.
- Control de impulsos y de emociones adecuado, siendo posible aplazar las recompensas inmediatas en favor de otras más cercanas a sus metas.
Con ello aumenta la seguridad en sí mismo, nutre la energía depositada en sus expectativas y crece su confianza en su capacidad de influir sobre los factores externos a él.
Cualidades como:- Independencia de criterio, que permite alinearse con la propia integridad.
- Sentido del humor, que favorece la relativización de las circunstancias.
- Curiosidad por el mundo, que estimula la apertura mental, emotiva, cultural y social que le ayudarán a sujetarse al mismo.
- Percepción de sus sentimientos y empatía hacia los demás que le impulsan a relacionarse de una manera solícita y colaboradora.
La iniciativa de ayudar a otros aumenta su autoestima y favorece un entorno agradecido.
- Aprender a construir su propia autoafirmación, necesaria para poner límites a las exigencias abusivas si, a veces, ese entorno se vuelve excesivamente demandante.
Le ayudará a mantener un equilibrio entre lo que ofrece y lo que recibe, imprescindible para su propio sentimiento de dignidad, y potenciará la habilidad de elegir sus relaciones entre aquellos que le procuren el afecto y el apoyo que necesita.